He pensado crear una serie llamada "What if?" (En honor a la conocida Marvel Comics) en la que narraremos que hubiese pasado si X personaje hubiese logrado sus objetivos o hubiese tomado TAL decisión.
En este tipo de entradas, lógicamente, expondré mi opinión, lo que YO creo que "Pasaría si..". Por tanto os animo a poner unas palabras en la caja de comentarios expresando vuestras ideas e hipótesis.
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Kefka consiguió poner el mundo patas arriba. Movió las estatuas de los dioses de la magia, haciendo que el equilibrio del mundo se desmorone y convirtiéndose a si mismo en un Dios.
Durante una época, Kefka fue el lider supremo de la humanidad. Los protagonistas, impotentes y separados, no podían si no contemplar como el mundo en el que vivían se desmoronaba. Kefka se encargó de que los humanos adoraran su existencia, sometiendo a terribles torturas a aquellos que osaban oponerse a sus mandatos divinos.
No obstante, en sus últimos momentos, Kefka reconoce que ya no le importa nada. Que tan solo quiere destruir la realidad, los sueños, ¡TODO!.
(En el juego, Terra y los demás consiguen derrotarle, devolviendo así la estabilidad al planeta).
La chica-esper y sus entrometidos amigos habían vuelto a reunirse y osaban enfrentarse a Dios una vez más. Ya nada importaba, solo acabar con esos gustanos y destruir todo el mundo, incluido a si mismo.
Fue un arduo combate, pero Terra, Locke, Celes y los demás no consiguieron su cometido. Kefka asesinó a todos y cada uno de ellos usando sus terribles poderes mágicos. No dejó alma con vida.
Tras acabar con ellos una oscura ola de locura se apoderó de él.
Se aburría.
No quería permanecer por toda la eternidad en lo alto de esa torre, oyendo falsos rezos y regocijándose por ser una bota en un mundo de cucarachas.
Liberando todo su poder, Kefka comenzó a bombardear los reinos más significativos: Figaro, Doma, Narshe, Thamasa... Ninguna ciudad o aldea escapó de su ira.
Kefka se vio a si mismo, solo, en mitad de un mundo que con sus propias manos había destruido. Era un Dios vengativo, todos los humanos habían sentido su cólera, todos habían puesto esa hermosa cara de horror justo antes de que sus vidas se apagasen.
Pero la función ya había terminado.
Kefka usó todo el poder que las estatuas de los Dioses de la Magia pudieron haberle otorgado para concentrar un armageddon final.
El planeta había sido destruido junto a Kefka. Explotando y partiéndose en mil pedazos.
Lo último que pudo oirse, en mitad de aquella destrucción, fue una sonora carcajada...
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