What If? (Artemisa = Rinoa)

Un amigo (Pito) me dio la idea de este What If, ya que realmente no sabía como hacerlo con una simple victoria por parte de Artemisa (Al fin y al cabo, durante un periodo de tiempo Artemisa triunfó y logró comprimir el tiempo).

Por eso he decidido tratar el What If basándonos en que la teoría de Artemisa=Rinoa es cierta... (Cosa que personalmente no comparto, pero eso no quita que la teoría me mole).


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Las brujas envejecen lento. Tal vez, demasiado lento.

¿Cuantos años habían pasado desde que Edea le traspasó sus poderes, en aquella aula magna, en el Jardín de Galbadia? ¿Cincuenta, cien, docientos años?.

Rinoa ya no conseguía recordarlo.

Tan solo era capaz de recordar difusos pensamientos. Un Caballero de la Bruja, un orfanato, un tren, el espacio exterior...

Rinoa había tenido que cargar con la pesadumbre de ver morir, frente a sus propios ojos, a todos y cada uno de sus seres queridos. Sus poderes mágicos se desarrollaban a una velocidad vertiginosa, tal fue así que decidió esconderse en la Casa de Edea, alejada de todo el mundo, donde no podría causar ningún mal a nadie...

Pero entonces recordó. "Un lugar", "Te estaré esperando".

Rinoa enloqueció. Deseaba llegar a ese lugar, reunirse con aquella misteriosa persona. Pero tan solo había una manera de lograr esta misión: Comprimir el tiempo tal y como lo conocemos.

Obsesionada con su nuevo objetivo, Rinoa acabó por olvidar su propio nombre. Un grupo de mercenarios llamados "Seeds Blancos" la bautizaron como Artemisa y así sería como se le conocería durante generaciones y más generaciones.


Solo había una manera de acabar con todo aquel dolor que Artemisa sentía. Si lograba su cometido, si comprimía el tiempo, tal vez Artemisa podría recordarlo todo una última vez justo antes de extinguirse. Así que, tras muchos problemas y haber tenido que vencer a unos entrometidos Seeds, lo logró. El tiempo estaba casi comprimido.

Concentrada en su trono, Artemisa eliminaba recuerdos. Eliminaba épocas, ciudades enteras... Si no había dolor, no habría sufrimiento. Si no había vida, no habría dolor.

Entonces las puertas de sus aposentos se abrieron de golpe y los molestos Seeds hicieron acto de presencia. La lucha fue encarnizada, la bruja Artemisa tuvo que utilizar sus más poderosos sortilegios de hechicería para acabar con la vida de los mercenarios. Pero al final lo consiguió...

Justo cuando acabó con el último, un chico con el pelo largo y una cicatriz en la cara, Artemisa se quedó contemplando su rostro mientras este se hacía añicos, mezclándose con el flujo del tiempo.

Y entonces recordó.

Aquel era el hombre al que amaba. Ese chico era el caballero de la bruja.

No tenía mucho tiempo. Tenía que pensar en el primer sitio que se le viniera a la cabeza.


"Te estaré esperando....aquí".

Artemisa apareció en el Orfanato de Edea, malherida, con apenas unos segundos de vida, a causa del tiempo que ella mismo había distorsionado. Con su último aliento, Artemisa introdujo sus poderes en el cuerpo de la joven Edea con la esperanza de que, algún día, estos le fueran devueltos a "ella misma", la cual habría vuelto a vivir junto al Caballero de la Bruja.